Madre del Verdadero Dios por quien vivimos, que has querido cruzar las fronteras y vivir con nosotros la experiencia del dolor al dejar a nuestra familia, y todo lo que teníamos. Madre del Inmigrante, intercede por nosotros ante tu Hijo Jesucristo, quien no tiene fronteras, para que seamos siempre bendecidos los que estamos aquí y aquéllos que vienen cruzando el mar, el desierto, los ríos para que lleguen con bien hasta su destino.
Amén.