Señor Jesús, un discipulado maduro es costoso. Los cristianos hoy enfrentamos muchas tormentas. Sin una base firme estamos en peligro de ser arrastrados por la cultura. Tú me buscas y me conoces, por tanto, concédeme la sabiduría y la fuerza para oír tu palabra y vivir de acuerdo con tu verdad. Tú eres mi único fundamento seguro en momentos de angustia y agitación. Amen.