Oremos: Padre celestial, acrecienta la fe y los dones de tu pueblo, concede que con tu
poder pueda identificar mis propios dones seguir a Jesús y creer en el cómo Felipe y
Natanael lo hicieron. Por Jesucristo nuestra Señor. Amen
Oremos con una oración de Santa Isabella Ana Seton: Señor Jesús, que nació por nosotros en un
establo, vivió por nosotros una vida de dolor y tristeza, y murió por nosotros en una cruz; di por
nosotros en la hora de la muerte: “Padre, perdona”, y a tu Madre: “He ahí a tu hijo”. Di a
nosotros: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Amén.
Padre bueno, ayudanos a seguir nuestra vocacion de anunciar la llegada de tu hijo a nuestros corazones. Danos
la gracia de que por medio de la oración y de los sacramentos nos convirtamos en los discípulos ejemplares para tu
reino, dando palabras de aliento a todo aquel que predica tu palabra. Que Dios los bendiga. Gracias.
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: “Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias”.
Jesús en la cruz encomendó al discípulo amado a María como su hijo, y el escritor del evangelio no nos dice quien era el discípulo amado -sencillamente como discípulo amado-. La traducción nos dice: que ese discípulo amado era Juan, pero el escritor no dijo eso. Por eso ese discípulo amado eres tú, ese discípulo amado soy yo, somos ese discípulo amado. Por eso María es madre de Dios y madre nuestra.
Pidamos que interceda por nosotros sus hijos amados especialmente en ese año 2023. Que el Señor les bendiga: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amen.