Señor” y como lo muestra el Evangelio de hoy y la
parábola de la oveja perdida, que Dios al encontrar a sus ovejas se llena de alegría…
Terminemos esta reflexión con el salmo de hoy diciendo y rezando: Ya viene el Señor a
renovar el mundo. Que se regocije todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe.
Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. Ya viene el Señor a
renovar el mundo… ¡Amén!
: Yo te lo mando: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
El paralítico se levantó inmediatamente, en presencia de todos, tomó la camilla donde había estado tendido y se fue a su casa glorificando a Dios. Todos quedaron atónitos y daban gloria a Dios, y llenos de temor, decían: “Hoy hemos visto maravillas”.
Dios. Es la novedad que trae Jesús, un bautismo de la paz, un bautismo del amor, un bautismo de la misericordia, un bautismo que de alguna manera nos hace sentirnos hijos en el Hijo.
Que se mimo Espíritu de Jesús que nos aliente a seguir en el camino de Dios y ser novedad y amor para los que lo necesitan. Amen.
“Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente”.
Señor, que este tiempo de Adviento nos mantenga en esa espera activa de la venida definitiva del Mesías, pero que la vida de cada día la vivamos en la fe de que Aquel que se encarnó quiere continuar entre nosotros su salvación. Amén.
Hoy el Señor nos invita a ser prudentes y ya que estamos en este tiempo de adviento donde hemos celebrado ya la fiesta de Jesucristo Rey del universo, podemos ya viendo y proyectándonos un poco hacia las novenas que vienen donde hablamos de la prudencia que hace verdaderos, sabios podemos basarnos en la prudencia para poder decirle al Señor que verdaderamente es el Rey de nuestra vida.