Pidámosle a Él nos ayude a nosotros a hacer esta primera predicación con los nuestros, es la más importante con lo que tenemos cerca pidámosle a Él nos ayude a ser testimonio entre los nuestros amenes.
“Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo,
según lo que me habías prometido,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
al que has preparado para bien de todos los pueblos;
luz que alumbra a las naciones
y gloria de tu pueblo, Israel”.
Pidamosle entonces hoy al Señor que nosotros podamos ser sus testigos en medio de nuestra cotidianidad, que podamos ser esa luz para nuestra familia, que podamos ser luz en nuestro día a día.