Con la intercesión de la Virgen María pidámosle al Señor que nos ayude a dejar la hipocresía y que podamos ser más justos, misericordiosos como Él, para que el prójimo lo conozca, lo viva, lo sienta y pueda amar a los demás como Él nos ama a nosotros. Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.