Mis hermanos y hermanas concluyamos nuestra reflexión con una pequeña oración: Señor Jesús, tu que eres el Camino, la Verdad y la Vida, guíanos al cielo y no permitas que nos separemos de ti. Tu que eres la Verdad, permite que veamos y hagamos todo en el amor de Dios. Tu que eres la Vida, rescátanos de la cultura de la muerte, del pecado y de todo aquello que nos separa de Dios y de la vida eterna. Amén.