Padre Misericordioso, tú me conoces, tú me tejiste en el seno de mi madre. Te ruego que apartes de me la ceguera espiritual, que me permitas escuchar el mensaje de tu salvación para que tu palabra siempre me conduzca a la conversión y a la sanación. No permitas que me corazón se endurezca. Te lo pedimos por tu hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, Amen.