SEÑOR JESÚS, GRACIAS POR DARNOS LA VIDA PARA APROVECHAR CADA MINUTO A REFLEJAR TU AMOR EN TODA TU CREACIÓN, HERMANOS, PLANTAS, ANIMALES, MONTAÑAS, MARES Y RÍOS. AMEN
Señor, bendíganos para que como el Papa San León Magno, Como el Papa Francisco, y como San Pablo, y unidos con el salmista, alabemos al Señor, no siendo tontos en el uso de los medios que Dios nos da, sino con atención e reverencia, elevemos nuestras vidas al
Tí ofreciéndote todo lo que tenemos y todo lo que somos como astutos mayordomos. Amen.
“Me dijo: Estas aguas fluyen hacia el oriente, bajaran hasta el desierto, desembocaran en el mar de las aguas pútridas y lo sanearan. Todos los seres vivos que bullan, allí donde desemboque la corriente tendrán vida, y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas quedara saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente” (Ez 47, 8-9).
Pues Pedimos a Jesús que nos ayuda a reconciliarnos con Dios y comprometemos a seguirle con mucho entusiasmo y hacer más el bien para todos los que nos rodean y para la gloria de Dios…amen
Señor de gracia y enseñanza, gracias por el constante llamado a tu mesa, gracias por la oportunidad de participar de tu banquete; te ruego por fortaleza y perseverancia al responder a tu llamado, pido de la fuerza de tu Santo Espíritu al hacer uso de los dones que me has dado, pido tu bendición para mí y el mundo entero al emprender nuestra jornada de renovación en la fe cristiana en la Iglesia universal. Amen
Por eso, en el día de hoy pidamos a nuestro Señor para que nos enseñe cual es el verdadero rostro de Dios en las personas mas necesitadas. Que Dios nos acompañe en el resto de este día y de esta jornada. Que el Señor les bendiga.
Roguémosle al Señor que nos conceda, la gracia de vivir sin hipocresías nuestra fe, para que podamos, en Nombre de Dios, seguir construyendo su Reino entre nosotros avanzando en un camino de coherencia entre nuestra vida y nuestra fe. Amen.
Dios, Padre Misericordioso, te pido que me des un corazón humilde, un corazón dispuesto a obedecer tus mandamientos y a esperar en tus promesas. No permitas, Señor, que me adelante yo a tu plan; a lo que Tú ya tienes preparado para mí. Enséñame a ser paciente y humilde, a reconocer mis dones y talentos, pero también mis errores y limitaciones, para poder amar y servir mejor a los demás. Amén.
“Aceptaría verme separado de Cristo, si esto fuera para bien de mis hermanos, los de mi raza y de mi sangre, los israelitas, a quienes pertenecen la adopción filial, la gloria, la alianza, la ley, el culto, las promesas. Ellos son descendientes de los patriarcas; y de su raza, según la carne, nació Cristo…” (Rom 5,2-5)
Padre Celestial por tu misericordia, ten piedad de todos los fieles difuntos y no recuerdes sus pecados. Que los podamos ver de nuevo en el gozo de eterno fulgor. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Padre misericordioso que sea tu luz, que sea tu Santo Espíritu bendiciendo nuestro camino y dando nos la fortaleza para llegar a este tan anhelado camino que es la santidad. Amén.
Dios todo poderoso y eterno, gracias por habernos dado a tu Hijo que con su palabra nos guía y anima hacia una vida mejor, te pedimos nunca alejarte de nosotros y mantener tu espíritu vigente sobre la humanidad, y así ser capaces de asimilar Tu Reino en la tierra. Te lo pedimos en nombre de Jesús tu hijo que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y. son un solo Dios. Amén.
Bendito sea el Señor, que nos salve.
Tu, Señor, eres mi refugio.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Mientras tenemos tiempo en este mundo, procuremos cambiar de vida, de comportamiento y de modo de pensar y procuremos Leer los Signos de los Tiempos. Y Tratar con justicia al prójimo es lo que el Señor busca en nosotros.
“Tengo que pasar por un bautismo, y, ¡qué angustia siento hasta que esto se halla cumplido!” (Lucas 12: 50).
El Señor es nuestra ayuda
Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
Cantemos la grandeza del Señor.
Padre celestial, te damos gracias por la fe que nos has dado. Envíanos tu Espíritu Santo para fortalecernos en el camino de la vida, y en el seguimiento de Jesús quien dio su vida en la cruz por cada uno de nosotros sus hermanos e hermanas, y te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amen.
Que hoy, nuestra Virgen María me ayude en mi caminar hacer un peregrino lleno de confianza junto a tu hijo Jesús, amén. Que Dios les bendiga en este día.
Pidamos al Señor la gracia de identificar quién es un hombre de Dios, quién es un profeta y cuando lo identifiquemos y ese hombre de parte de Dios nos hable que no queramos matarlo, que no queramos eliminarlo de nuestra vida, ya que la Palabra de Dios, es decir la acción de Dios en nuestra vida hay que acogerla de forma integral.
Señor, que todos tus fieles te bendigan.